¿Te preocupas al ver que tu bebé nació con mucho pelo y está perdiendo mucho hasta tener una calva en su cabeza? No hay de que preocuparse, es normal que el pelo del bebé se caiga en los primeros meses de vida debido a una transición que se conoce con el nombre de efluvio telógeno del recién nacido.
El motivo de este acontecimiento es porque cada cabello tiene una etapa de crecimiento y una de reposo. El ciclo de crecimiento del pelo de los seres humanos comienza desde la gestación y al nacer ocurre una etapa de reposo que dura tres meses, en la que el pelo muy suave y fino de los recién nacidos va a cambiar a uno nuevo. Por ello es que la cantidad y color de pelo con el que nace el bebé no es definitivo. Algunas veces se cae el pelo con mayor velocidad en ciertas zonas antes de que aparezca el nuevo, por lo que ciertas zonas del cuero cabelludo se quedan calvas. Sin embargo no tardará en aparecer su nuevo cabello que puede ser diferente al anterior tanto en la textura como en el color.
El rapar a los bebés no ayuda a que el pelo crezca más fuerte o abundante, solamente ayuda a disimular la calva y a que vuelva a crecer parejo. Si las calvas permanecen pasando el primer año de vida, o encuentras alguna anomalía como falta de pelo o costras rojas en el cuero cabelludo es mejor consultar con el pediatra.